Cada año se diagnostican más de un millón y medio de nuevos casos de cáncer, una enfermedad que nos ha demostrado no hace diferencias entre ricos y pobres, cualquier persona puede padecer cáncer y a cualquier edad, aunque el riesgo aumenta a medida que envejecemos.

Para iniciar, quiero que aclaremos la primera duda: ¿Qué es el cáncer?

El término cáncer engloba un grupo numeroso de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales, que se dividen, crecen y se diseminan sin control en cualquier parte del cuerpo. Es como que una célula de tu cuerpo un día decida que no quiere seguir siendo normal, se revela y consigue más células que le hagan compañía.

Las células normales se dividen y mueren durante un período de tiempo programado. Sin embargo, la célula cancerosa pierde la capacidad de morir y se divide sin control, tal multiplicación en el número de células llega a formar esas masas, que son las que los médicos detectamos, según su tamaño podemos analizar y saber en qué etapa se encuentra dicho tumor.

¿Cómo se diagnostica?

Existen muchísimas manifestaciones clínicas que son asociadas a la presencia de un tumor, éstas pueden ser desde un bulto de rápido crecimiento (como tumores de mama), tos persistente, ronquera persistente o sangrado digestivo. La mayoría de los signos y síntomas son comunes en enfermedades más leves, por lo tanto, el diagnóstico depende de pruebas guiadas por los síntomas, como radiografías u otros estudios de imágenes.

La alimentación correcta ayuda a mantener tu cuerpo saludable en todo el sentido, por eso siempre les digo que es la mayor medicina de todas y utilizo mucho esa frase de pensar que “comer saludable es caro”. Les puedo asegurar que enfermarse es peor.

Pero si llegamos al punto de hablar de una persona que ya padece de una enfermedad, con el cáncer deben recordar que la evaluación del estado nutricional del paciente tiene que llevarse desde el inicio y durante el tratamiento. La incidencia de algún grado de desnutrición se ha estimado en el 40-80% de los pacientes, por lo que el tratamiento nutricional oportuno puede mejorar la calidad de vida, la tolerancia al tratamiento y mejorar la supervivencia. ¡Los tratamientos de los pacientes con cáncer son sumamente agresivos! La alimentación correcta los ayuda a ser más resistentes.

Y es que la pérdida de peso puede resultar del efecto local del tumor; existe mala absorción, se padece de vómito y diarrea, entre otras cosas. Los síntomas que se presentan secundarios a la terapia pueden variar,desde disminución del apetito, fatiga, dificultad para deglutir, alteraciones del gusto y olfato.

Todos estos factores pueden llevar a la persona a sufrir de una pérdida importante y progresiva del tejido muscular y grasa corporal, es por esto que el paciente presenta anorexia, anemia y alteraciones metabólicas.

Las necesidades de nutrición varían para cada persona de acuerdo al tipo de tumor, localización, etapa clínica y tratamiento. El equipo de atención médica contra el cáncer, de la mano de un especialista en nutrición, puede ayudarle a identificar y alcanzar las metas nutricionales.

¡No hablemos de cáncer solo en fechas específicas! Es una enfermedad que puede atacar cualquier día y en cualquier momento, así que aprovecho para recordarles la importancia de sus exámenes anuales; como el Papanicolaou y su examen físico de mama, así como exámenes de sangre de rutina y la visita a un médico general al menos de forma anual. También es importante iniciar el cambio en la alimentación lo más pronto posible, dejar de consumir tanto alimento ultra procesado que no hace ningún bien al cuerpo. Por último, pero no menos importante, les recuerdo que ante cualquier síntoma y/o sospecha, deben acudir a un médico de confianza, no dejen pasar el tiempo.

¡Espero que les sirva la información y que me ayuden compartiendo el mensaje!