¿Han escuchado hablar sobre la Hepatitis?

by | Mar 22, 2019 | Salud | 0 comments

La hepatitis es una inflamación del hígado. La afección puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis o cicatrización, una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de las hepatitis, que también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas o enfermedades auto inmunitarias.

La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados. Las hepatitis B, C y D se producen por el contacto con humores corporales infectados. Son formas comunes de transmisión de estos últimos la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, los procedimientos médicos invasores en que se usa equipo contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la transmisión de la madre a la criatura en el parto o de un miembro de la familia al niño, y también el contacto sexual.

La infección aguda puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno, también puede producir manifestaciones como la ictericia coloración amarillenta de la piel y los ojos, orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

¿Cuales son los distintos virus de la hepatitis?

Los científicos han identificado cinco virus de la hepatitis designados por las letras, A, B, C, D y E. Todos causan enfermedades hepáticas, pero se distinguen por varios rasgos importantes.

El virus de la hepatitis A está presente en las heces de las personas infectadas y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. En muchos casos la infección es leve, y la mayoría de las personas se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Sin embargo, las infecciones por el VHA también pueden ser graves y potencialmente mortales. Se cuenta con vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección por el VHA.

El virus de la hepatitis B se transmite por la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infecciosos. También puede transmitirse de la madre infectada a la criatura en el momento del parto o de un miembro de la familia infectado a un bebé. Otra posibilidad es la transmisión mediante transfusiones de sangre y productos sanguíneos contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. Existe una vacuna segura y eficaz para prevenir esta infección.

El virus de la hepatitis C se transmite casi siempre por exposición a sangre contaminada, lo cual puede suceder mediante transfusiones de sangre y derivados contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. La transmisión sexual también es posible, pero mucho menos común. No hay vacuna contra la infección por el VHC.

Las infecciones por el virus de la hepatitis D (VHD) solo ocurren en las personas infectadas con el VHB; la infección simultánea por ambos virus puede causar una afección más grave y tener un desenlace peor. Hay vacunas seguras y eficaces contra la hepatitis B que brindan protección contra la infección por el VHD.

El virus de la hepatitis E (VHE), como el VHA, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. El VHE es una causa común de brotes epidémicos de hepatitis en las zonas en desarrollo, Se han obtenido vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección por el VHE, pero no tienen una distribución amplia.

Diagnóstico y Tratamiento

El dato que inicialmente lleva al diagnóstico es el aumento de los niveles en sangre de las transaminasas, enzimas que son liberadas a la sangre por la muerte celular producida por la inflamación del hígado.

A partir de ahí, el diagnóstico se completa con otras determinaciones analíticas que, además, ayudarán a encontrar la causa de la hepatitis y a determinar su severidad y su pronóstico. Para el diagnóstico definitivo es necesario en muchos casos realizar una biopsia hepática.

Las hepatitis agudas por virus A y E no se tratan, debido a que la mayoría se curan espontáneamente. Únicamente hay que seguir su evolución para vigilar si hay casos de evolución muy agresiva o fulminante.

La hepatitis aguda por virus B tampoco se trata, siguiendo su evolución para evitar complicaciones y valorar su posible carnificación.

La hepatitis aguda C, dada su alta tasa de carnificación, se trata con interferón alfa.

Las hepatitis crónicas, debido al potencial desarrollo de cirrosis, habitualmente se tratan siempre bajo supervisión del especialista.

La hepatitis crónica B, C y D se trata con fármacos antivirales. Por último las hepatitis autoinmunes se tratan con corticoides, y, en muchas ocasiones, con otros fármacos inmunosupresores asociados.

Gracias por siempre estar pendiente de mis post, espero que cada tema que compartimos les ayude mucho aclarar sus dudas, recuerden seguirme en mis redes para poder aclarar sus dudas.

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